Iglesia de San Francisco
es un monumental edificio católico que se yergue en medio del centro histórico
de la ciudad de Quito, frente a la plaza del mismo nombre.
El complejo de San
Francisco es una de las maravillas quiteñas además del más imponente monumento
arquitectónico de la ciudad. El conjunto está conformado por un templo, un
convento y varias capillas, que abarcan casi dos manzanas completas. Esta obra
se yergue sobre una amplia explanada de piedra y por su grandeza se lo denominó
como el "Escorial sobre los Andes".
San Francisco es, además,
una verdadera joya de la arquitectura continental por su amalgama de diferentes
estilos armoniosamente combinados a lo largo de sus más de 150 años de
construcción.
La construcción de la
iglesia y convento de San Francisco inició alrededor del año 1550, 16 años
después de que los conquistadores europeos fundaran la ciudad española de
Quito, y se terminó hacia 1680. Aunque el edificio fue oficialmente inaugurado
en el año 1705.
Originalmente esta plaza
fue el mercado principal incaico y pre-incaico de la ciudad, donde gente de
cada rincón del Pacífico, los Andes y Amazonas venían a comerciar sus bienes.
En este sitio también se ubicaban grandes templos y palacios de los incas,
durante su efímero reinado en la punta norte de este inmenso imperio.
La fachada de templo y
convento se alzan sobre un amplio atrio que corre de extremo a extremo de la
plaza. El alto de zócalo es todo de piedra con una división al medio para dar
acceso desde la plaza por la hermosa escalinata pétrea de doble abanico. Es por
ello que la fachada de la iglesia está dentro de los cánones renacentistas del
neoclasicismo grecorromano.
Al entrar en la iglesia
podrá contemplar el arte sonado de pan de oro, adornado por pequeñas telas
pintadas, enmarcadas y rodeadas por un alegre conjunto ornamental de caras de
ángeles y flores.
La nave central es alta y
el crucero, justamente celebrado, se sostiene sobre cuatro arcos torales. De
lado y lado tiene capillas con hermosos retablos, adornados con obra del
artista Caspicara. Sobre el altar principal yace la famosa Virgen alada de
Quito, realizada por Bernardo de Legarda.
La fachada de la iglesia
es severa, dentro de los cánones renacentistas del neoclasicismo grecorromano.
De sus dos cuerpos, el primero tiene un orden de columnas dóricas asentadas
sobre sólidas bases que se confunden con el zócalo; el superior tiene columnas
-un cuarto más pequeñas jónicas. Apenas hay decoración: sólo el cordón
franciscano que envuelve, como moldura, el gran ventanal de encima de la puerta
principal; las estatuas de San Pedro y San Pablo, a uno y otro lado de la misma
ventana y más arriba un Cristo, todo en piedras de bella factura.
Al entrar en la iglesia se
queda debajo del nártex, de cielo raso bajo adornado por pequeñas telas
pintadas, enmarcadas y rodeadas por alegre conjunto ornamental de caras de
ángeles y flores, todo de, gusto italianizante. La nave central es alta y el
crucero, justamente celebrado, se sostiene sobre cuatro arcos torales. De lado
y lado tiene capillas con hermosos retablos. El retablo del altar mayor,
poblado de estatuas, da vuelta al presbiterio en redondo. El artesonado de la
gran nave fue de lacería mudéjar hasta cuando el terremoto de 1755 obligó a
sustituirlo por el actual. Cómo fuese la lacería mudéjar puede verse aún en la
cúpula del crucero.
El complejo de San
Francisco envuelve también una de las leyendas quiteñas que cuenta que el
constructor de la obra, Francisco Cantuña, hizo un pacto con el diablo para
concluirla.
Referencias:
Multimedios (30/11/2011) “Plaza
de San Francisco, maravilla arquitectónica de Quito”. Recuperado el 15 de
diciembre del 2012 desde: http://www.multimedios106.com/nota_ind.aspx?id_modulo=15&id_catgeneral=170&id_detmodulo=43278
El Extra Newspaper (11-13-2008)
“Iglesia de San Francisco en Quito, una joya” . Recuperado el 15 de diciembre
del 2012 desde: http://www.elextranewspaper.com/noticia/10881/iglesia-de-san-francisco-en-quito-una-joya
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